La vida se contrae o se expande en proporción directa a nuestro coraje.
Naís Nin
A veces, mis colegas utilizan sus miedos para justificar su imposibilidad de llevar a cabo ciertas cosas. Odian admitirlo porque creen que tener miedo está mal y no deberían tenerlo. En ese momento, me detengo para averiguar las razones de ese miedo. ¿Qué es lo que se lo provoca? ¿Sabes qué?, el miedo no es algo malo, es nuestro amigo. Por lo general, tenemos miedo por alguna excelente razón. Y a menudo, la mejor solución es enfrentar ese miedo para luego entrar en acción.
El miedo, puede ser un aliado muy útil. Analiza un poco el porqué de tus miedos y piensa en lo que podrías hacer para mitigarlos. Entonces, te será mucho más fácil ponerte manos a la obra.
Una manera de afrontar el miedo es comenzar a arriesgarse más en la vida. Corre riesgos pequeños, e incluso grandes. ¿Por qué? Porque correr un riesgo, hacer algo que te dé miedo, te hará sentir que vives plenamente, y te hará vibrar. El miedo hace que tu corazón se acelere y tus piernas tiemblan. Si te arriesgas, llegaras a ser una persona mas fuerte y poderosa. He aquí algunas sugerencias para fortalecer tu capacidad de arriesgarte.
- Pídele un aumento a tu jefe. La mayoría de las personas reciben salarios bajos teniendo en cuenta el trabajo que hacen. ¡Pide más!
- Llama a alguien a quien tenías la intención de llamar y, por la razón que sea, no lo hiciste.
- Pídele a alguien que se haga cargo de alguna de tus necesidades.
- Pide disculpas a alguna persona a quien hiciste daño, aunque ella no sepa que fuiste tú.
- Devuelve algo que hayas “tomado prestado”, con las disculpas correspondientes.
- Ofrécete para hacer una presentación o para dar un discurso.
- Haz un viaje a solas.
- Discute un argumento poniéndote en la oposición. (Se fue la lo que crees y piensas.)
- Ve a comer a un restaurante sin compañía alguna.
- Toma una clase de kayakismo.
¿Qué relación existe entre tus actividades y tu realización personal? Las personas que nunca se arriesgan suelen marchitarse. Pueden quedarse estancadas en una rutina que termina por aburrirles. Un riesgo o dos aportan frescura y despejan la mente, eliminando las viejas inquietudes que suelen rondarte. ¿Qué tienes miedo de hacer? Hazlo esta misma semana. Queda con uno de tus amigos si lo necesitas. Continúa buscando nuevos retos, nuevas situaciones que te asusten, y veras cómo se te presentan oportunidades maravillosas.